Una planta real Mexica es hoy uno de los símbolos de la tradición cristiana de la navidad. Los mexicas, quienes vivieron en medio de una isla del lago Texcoco y que hoy conocemos como Ciudad de México, la llamaban cuetlaxochitl, que en náhuatl significa “flor mortal que perece y se marchita como todo lo puro”.
Ellos usaron esta planta endémica del sur de Norteamérica para decorar los palacios de Nezahualcóyotl y Moctezuma en temporada de invierno. Tuvieron que recorrer cientos de kilómetros para complacer los deseos de ornamentar, pues en la isla de entonces no crecían. También tuvo usos menos habituales que el decorativo: teñir telas y extraer látex con fines curativos y de cuidado personal. Estos últimos iban desde el tratamiento para la fiebre, las afecciones cutáneas o como ungüento depilatorio.
El fraile Bernardino de Sahagún, un indígena criado por sacerdotes españoles, escribió el primer herbario del Nuevo Mundo con información de los usos medicinales que los aztecas le daban a las plantas. Dijo de esta: “la leche se utilizaba para curar infecciones cutáneas, heridas, hinchazones generadas por picadura de gusanos, afecciones respiratorias, anginas o tos. En las mujeres, la infusión de sus hojas, era utilizada para aumentar la cantidad de leche. Entre otras aplicaciones, era utilizada para fabricar tintura roja y utilizarla como cosmético, pigmento de pieles y algodón, así como para colorear códices y es tal su poder, que aún a la fecha se pueden apreciar en ellos dicha tonalidad”.
En su Historia general de las cosas de Nueva España describió, además, el cultivo sistemático de esta especie. Parece que su primer vínculo con la navidad surgió en el siglo XV, cuando los monjes franciscanos de Taxco usaron esta planta para decorar sus altares durante la fiesta de Santa Pesebre, que coincidía con el tiempo de floración. Su nombre común de Poinsettia es un homenaje a Joel Roberts Poinset, el primer embajador de Estados Unidos en México, cofundador de lo que hoy conocemos como el Instituto Smithsonian. Poinset encontró la noche buena cerca a Taxco, Guerrero y envió un lote de esquejes a Carolina del Sur en 1828, desde donde se propagó.
Dicen que el primer distribuidor comercial de la planta flor de navidad fue Robert Buist, pero la industria que hay hoy detrás de estas plantas inició con la familia Ecke durante la década de los veinte del siglo pasado. Albert y Paul Ecke comenzaron a cultivar la planta flor de navidad en el área de Hollywood. Hasta 1960 vendieron la flor cortada como ornamento y desde entonces se distribuye en maceta para decoración de interior.
La poinsettia actual se parece muy poco a la planta alta, roja y de tallos largos que crecía de forma silvestre. En la actualidad, es una de las plantas de ornato de mayor importancia económica en el mundo, pues desde que se consolidó como símbolo de la Navidad, su venta anual supera los 100 millones de dólares solo en Estados Unidos.
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Una colaboración de María Clara Rivera de @jardineriapatrimonial