HISTORIA Y CURIOSIDADES DE LA LAVANDA
La historia de la lavanda se remonta a hace más de 2500 años cuando se utilizó por primera vez para la momificación y perfumería de los antiguos egipcios, fenicios y árabes. Algunas creencias indican que los romanos antiguos también utilizaron la lavanda para cocinar y bañarse.
Desde aquellas civilizaciones, la lavanda también era prensada y destilada con el fin de conseguir su aceite esencial para ahuyentar a los insectos, aromatizar los hogares, la ropa y facilitar el sueño.


Otra historia procede de hace un siglo cuando los prados italianos del Valle Gesso permanecían rebosantes de lavandas con un color azul tan intenso como el violeta. Para los pobladores, la recolección y el comercio de la planta lavanda constituyó una actividad social y económica tan importante que todavía se celebra a principios de agosto de cada año la tradicional “fiesta de la lavanda” en memoria a sus costumbres.
ORÍGENES DE LA LAVANDA
Francia es el principal productor de la planta Lavanda junto a otros países de la zona mediterránea occidental como España e Italia. También se destacan las grandes producciones de Bulgaria, Argentina, Japón y la India. Alrededor de treinta variedades de lavanda son distinguidas por su exquisito aroma, vistosidad y beneficios que posee para la salud y la cosmética. De esas treinta variedades, las más conocidas son la Lavandula angustifolia, officinalis, vera y spica. Esta planta aromática al igual que la menta, el romero, la salvia y la albahaca, pertenece a la familia de las Lamiacae y puede llegar a vivir hasta 20 años en excelentes condiciones.
El término “lavanda” surgió por primera vez en la Edad Media y su raíz proviene del verbo latino “lavar”. Sin embargo, en Italia fue llamada Izop, en lengua provenzal y reconocida como flor bella, perfumada y de color azul intenso.


GERMINACIÓN de las semillas de LAVANDA
Puedes germinar tus semillas de lavanda de dos formas, mediante la estratificación de semillas y la siembra directamente de las mismas en la tierra, para hacerlo de forma correcta te sugerimos seguir los siguientes pasos:
Estratificación de las semillas:
Si bien puedes sembrar las semillas directamente en la tierra y esperar a que germinen es aconsejable hacer antes un proceso conocido como “estratificación”, el cual consiste en colocar las semillas de lavanda dentro de una bolsa plástica sellada con tierra húmeda o dentro de una servilleta. Lo bueno de hacerlo en servilleta es que podrás ir revisando su proceso y tendrás más control. Luego guarda la bolsa en el refrigerador durante aproximadamente 3 semanas y marcala con la fecha en la que inició su proceso de germinación.
Siembra directa de las semillas de lavanda:
En una maceta o bandeja de germinación coloca una mezcla de turba y cáscara de coco molida, puedes adquirir el producto Forza Mix que es un acondicionador de suelos especial para la germinación de plantas. La maceta que elijas debe de tener como mínimo 5 cm de diámetro.
Luego esparce las semillas sobre este suelo y cúbrelas con un poco más de sustrato por encima de ellas, aproximadamente 1 o 2 cm de tierra.
Para un buen crecimiento, debes humedecer constantemente la tierra, sin llegar a empapar. Riegalas a primera hora de la mañana para que en la tarde ya se hayan secado. Así evitarás que la tierra permanezca muy mojada en la noche que es cuando más suelen formarse hongos por la humedad.
Una vez las semillas broten, debes mover la planta a un lugar donde pueda recibir abundante sol directo. La lavanda es una planta que prefiere climas templados y no tolera muy bien el invierno y el calor intenso.
Consejo: ten en cuenta que si vas a sembrar grandes cantidades de semillas de lavanda debes separarlas muy bien entre sí para evitar que cuando crezcan sus tallos no se toquen y se facilite una buena circulación de aire.
CUIDADOS DE LA LAVANDA
Clima: La lavanda se adapta mejor en climas templados recibiendo sol directo al menos unas 6 u 8 horas diarias y en suelos moderadamente secos. La temperatura ideal está entre los 20 y 30ºc, pero puedes conservarla en temperaturas más bajas evitando el exceso de riego y procurando un buen drenaje. Ten cuidado con el calor extremo que puede afectar el tallo y la calidad del aceite esencial.
Luz: La planta lavanda necesita permanecer al sol durante la mayor parte del día, mínimo unas 6 horas diarias y en ambientes con buena circulación de aire. Es recomendable refugiarla del sol directo solo cuando las temperaturas son muy altas y hacerlo preferiblemente en la tarde. No debe ser plantada debajo de árboles que le roben luz directo ya que si no lo recibe no alcanzará su máxima altura.
Riego: En etapa de crecimiento, la lavanda requiere un riego moderado directamente a la raíz. Evita que el agua tenga contacto con sus ramas y flores, ya que al hacerlo se corre el riesgo de que proliferen hongos en la planta.
Suelo: La lavanda necesita un suelo alcalino que contenga los nutrientes necesarios para ayudarla a crecer y una consistencia que le permita mantener un buen drenaje. Para que este proceso sea más fácil puedes usar nuestro Sustrato para Plantas Aromáticas
Trasplante: La lavanda puede reproducirse mediante semillas, un proceso que demora entre 20 a 25 días, o a partir de la selección de sus esquejes. Estos no deben cortarse en condiciones extremas de temperatura ya sean frías o calientes y deben sembrarse inmediatamente en una maceta superior a los 20 cm de alto para que el desarrollo de sus raíces se de adecuadamente.
Abono y Fertilizantes: ¡Buenas noticias! Por su calidad de arbusto rústico y poca exigencia a la calidad de su suelo, la lavanda no debe ser abonada con frecuencia, dado que el proceso de fertilización puede marchitar su floración y hacer que pierda su agradable aroma. En todo caso, si prefieres abonarla, debes realizarlo agregando una dosis mínima de fertilizante antes de la época de floración.
Dónde cultivar la Lavanda
Las semillas una vez brotadas se deben pasar a un recipiente más amplio con un sustrato rico en materia orgánica, puede ser una maceta de barro o de plástico, si las condiciones ambientales lo permiten también puede cultivarse en un jardín de exterior preparando el suelo con Sustrato para Plantas Aromáticas
Floración de la Lavanda
La floración de la lavanda es un proceso que cambia según la variedad de cada planta y las condiciones climáticas, de altitud y latitud a las que son expuestas. En general, la floración de la lavanda se produce en Europa entre los meses de junio a agosto y en temporadas cálidas.
Lugares perfectos para la Lavanda
Todos los espacios de tu hogar que desees aromatizar con esta planta son bienvenidos siempre y cuando puedan recibir buena cantidad de sol directo. Ubicar la lavanda en las habitaciones es ideal para mejorar la calidad del sueño y ahuyentar los insectos. También puede colocarse por su agradable aroma en baños y hospitales, o utilizarla como elemento decorativo en terrazas, jardines y campos.

BENEFICIOS DE LA LAVANDA
La lavanda funciona como un complemento a los fármacos antidepresivos o por sí solo para reducir los síntomas de la depresión.
El aceite de lavanda es comúnmente usado en las camas y en el vestuario de los pacientes de los hospitales con el fin de combatir el insomnio.
Las propiedades del aceite de lavanda han sido comparados con los efectos de repelentes comerciales y se ha demostrado que su uso supera la duración de los repelentes siendo aún más efectivo el aceite.
Inhalar el olor de la lavanda por más de 10 minutos reduce los síntomas que se presentan en el sistema nervioso de las mujeres cuando padecen de depresión y confusión en el ciclo premenstrual.
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