fbpx

¿Por qué regalamos flores?

Recibir flores como regalo en una fecha especial o como un detalle en días comunes (cosa que hace el día especial), es algo tan común que nunca nos detenemos a pensar, ¿Por qué regalamos flores?

Porque regalas rosas rojas a la persona que amas, una gerbera a la persona que te gusta o una flor de pensamiento a la persona que extrañas, todos estos gestos y simbolismos no son porque si. Se cree que la tradición de regalar flores viene mucho más de atrás de lo que podríamos pensar.

Mucho más de que son hermosas y llenan de color cualquier lugar en que se pongan, la tradición de regalar flores es mucho más antigua de lo que puedes llegar a pensar. Revisando la literatura, encontramos que en la Edad Media, Gonzalo de Berceo, anota la presencia de las flores como algo con significado importante.

El lenguaje de las flores, también llamado floriografía, le atribuye un sentido especial a cada flor, al que va más allá de un simple elemento bello de la naturaleza que se puede ver, oler o regalar.

Esta especie de manual se creó en la época victoriana; es ahí donde se codificó el significado de cada flor, la intención que puede existir detrás de ella y los códigos sociales que se les atribuyen. Se cree también que la florigrafía proviene de Persia y que ese manual ya existía en el siglo XVII.

El conocimiento de los países árabes en relación a aromas y perfumes es un precedente que marca la importancia de las flores. Al reconocer su poder sobre la piel, los perfumistas mezclaron flores y descubrieron que con un catalizador como el alcohol y el aceite, podían generar algo más que un simple aroma.

Se dice también que la diosa griega del amor, Afrodita, amaba las rosas y es por eso que hoy en día y a través de la historia, este tipo de flor se asocia al romanticismo.

Regalar flores es una forma más de comunicación. Queremos enviar un mensaje que puede reemplazar las palabras; a veces, es una vía para expresar nuestros sentimientos, esos que no nos atrevemos o que no sabemos cómo declarar.

Fuente: Belelu

Deja una respuesta