De entre los sustratos porosos más recomendables para muchos tipos de plantas encontramos a la akadama, que es una arcilla granular de origen volcánico que se encuentra tan sólo en Japón. A diferencia de otros materiales similares, conserva más tiempo la humedad, por lo que resulta ideal cuando se quieren cultivar plantas que necesitan mucha agua, pero sin que llegue a estar encharcada. Además, se puede utilizar sola o mezclada con otros sustratos, como kiryuzuna o kanuma.
Este sustrato normalmente se usa para los bonsáis, pero también es muy aconsejable usarlo cuando se tienen plantas acidófilas viviendo en un clima que no termina de ser el adecuado (por ejemplo, arces japoneses viviendo en la región mediterránea). Si se plantan en akadama, se va a poder ver que los árboles y arbustos viven, y no sobreviven, incluso pueden llegar a otoñar.
Se trata de un tipo de arcilla procesada que se somete a altas temperaturas para poder conseguir una mayor consistencia y aumentar el grado de porosidad. Gracias a este grado de porosidad alto, permite la transpiración correcta de las plantas para que no se acumule demasiado el agua de riego o lluvia. Sabemos que tiene un origen mineral con aspecto granular y con un color marrón cuando está seco y tirando a rojizo o cuando se encuentra húmedo.
Tras la extracción del akadama se somete un proceso térmico para que su dureza se incremente. Las características que adquiere este tipo de sus tratos tras el proceso térmico ayuda a diversas características para que se convierta en el mejor sustrato para el bonsái. Y es que este proceso mejora el intercambio catiónico y la retención de agua. Esto hace que se convierta en la mejor opción para tener tu mezcla del bonsái. Cuenta con una gran dureza y resistencia.
Para aquellos principiantes en el mundo de la jardinería y el cuidado de plantas es de gran ayuda. Esto es debido a que cambia de color cuando se riega. Queda mucho más oscuro cuando está lo suficientemente húmedo como para satisfacer las necesidades del bonsái. Si no se queda de color oscuro y se queda con un color más claro, es hora de regar de nuevo. La retención de agua del akadama es de 37 gramos de agua por cada 100 gramos de sustrato.
Se puede mezclar este sustrato con arena de río y es una de las mezclas más extendidas como sustrato de bonsái. Se necesita hacer un compuesto de 70% de akadama y un 30% de kiriu. También se pueden hacer otras mezclas dependiendo del clima donde vivimos. Por ejemplo, si vivimos en una zona más calidad podemos añadir un 10% de turba para retener mejor la humedad. Por otro lado, si vivimos en una zona más lluviosa podemos añadir un 20% de arena de río.
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