Para trasplantar la Lavanda a un terreno o tierra directa, debes saber que las condiciones a las acostumbradas por la planta cambiarán. Por esto, debes adaptarla a ellas. Aquí te contamos cómo hacerlo para no morir en el intento.
Después de sembrar las semillas en una Bandeja de Germinación y trasladar los esquejes a una maceta o contenedor, debes colocar la Lavanda al sol directo o semisombra por algunas horas. Repite este proceso por una semana o el tiempo suficiente para que la planta se adapte a su nuevo entorno.
Después escoge un lugar soleado porque la sombra genera humedad. Esto en consecuencia, podría producir hongos por la humedad de la tierra y destruirla.
Ahora sí, llegó la hora de la verdad de poner la Lavanda en el terreno que deseas.
- Para trasplantar la Lavanda, primero prepara tierra y mézclala con abono con un rastrillo o pala.
- Revisa el Ph de la tierra en la que será trasladada antes de agregar la mezcla. Si este está entre 6.5 y 7.5 tendrás más probabilidad de conservar la Lavanda. Si, al contrario, el terreno tiene un pH más bajo del sugerido, agrega Cal de Agricultura. Si está alto, riega Aserrín de Pino.
- Cava un orificio que sea igual de profundo que el contenedor donde está actualmente la Lavanda, ubicando cada hueco entre 30 a 69 cm de distancia entre sí.
- Saca cuidadosamente la Lavanda de las macetas o contenedores en las que están y con una Pala de Jardinería, deslízala una cuidadosamente para colocarla en su nuevo orificio. Repite este mismo procedimiento con las otras, hasta acabar.
Cuando termines de sembrar la Lavanda en tu terreno recuerda que requiere agua regularmente, sin embargo, que procura que el lugar en el que vives no sea de lluvias contantes. Además, sus cuidados pueden varias después del primer año, dependiendo de los cambios climáticos y el estado de la planta.
Si quieres saber más sobre el riego y los cuidados diarios de la Lavanda te recomendamos este artículo.