El carbón vegetal es ampliamente usado para la cocción de alimentos, el carbón vegetal, en los últimos años, ha tomado relevancia para el mejoramiento de suelos ácidos y/o pobres en materia orgánica. Este producto conocido en la agricultura como Biochar, es simplemente carbón vegetal enriquecido con abono orgánico líquido.
Al haber sido sometida a un proceso de pirólisis o carbonización, buena parte de la materia orgánica se convierte en sustancias no degradables por las bacterias y hongos del suelo y al haberse liberado las sustancias más volátiles, queda una estructura muy ligera y porosa presenta grandes ventajas agronómicas si se aplican de forma adecuada:
- Estructura: En suelos arenosos o limosos (es decir, con partículas gruesas), la elevada superficie específica con carga eléctrica negativa que le proporcionan estos microporos incrementa la capacidad de intercambio de cationes (es decir, la retención de nutrientes) y la capacidad de campo (de retención de agua), e incluso la actividad microbiana
- pH: El biochar, al igual que las cenizas, tienen un carácter alcalino (pH alto). Es por lo tanto muy indicado para suelos ácidos. En suelos básicos, por el contrario, incrementar aún más el pH puede conducir el bloqueo de nutrientes y la consiguiente reducción de la fertilidad.
- Adsorción de contaminantes: Otro de los efectos de la elevada superficie específica es la capacidad para adsorber contaminantes. De hecho, el carbón activo se utiliza incluso en la fabricación de máscaras antigás. De esta manera reduciremos notoriamente los efectos de contaminantes residuales, al transformar nuestros cultivos de convencional a ecológico.
- Control de plagas: Desde antiguo también se ha venido utilizando el carbón vegetal como desinfectante, dado su carácter reductor, alcalino, adsorbente y desecante. Se ha demostrado en diversos estudios que el biochar en el suelo contribuye a reducir la presencia de ciertas enfermedades de origen fúngico, como la botritis o el mildiu, y algunos ácaros.
- Aumentar la temperatura del suelo: En latitudes altas, el color biochar puede ser especialmente interesante porque, al ser negro, contribuye a su calentamiento. Se amplía así la temporada de cultivo, y aumenta la actividad biológica (y consiguiente disponibilidad de nutrientes, al favorecerse los procesos de nitrificación). En zonas más cálidas tal vez convenga cubrir el suelo con algún tipo de acolchado, para evitar su sobrecalentamiento.
USOS DEL SUSTRATO CARBÓN VEGETAL
- El biochar beneficia principalmente a suelos arenosos o limosos, siendo menor su incidencia en suelos arcillosos -donde si acaso puede ayudar a mejorar la infiltración y hacer menos pesado el laboreo-. También, dado su carácter alcalino, es recomendable su aplicación en suelos ácidos, pudiendo ser contraproducente su aplicación a suelos básicos -salvo que se acompañe de enmiendas acidificantes- ya que bloquearía la movilización de nutrientes. En suelos con elevada carga orgánica existe la posibilidad de que aumente la mineralización y pérdida de estructura del suelo.
. - Dado su carácter fuertemente adsorbente y su capacidad para fijar nutrientes (alta capacidad de intercambio de cationes), es muy recomendable el enriquecimiento del biochar con abonos orgánicos para evitar efectos negativos a corto plazo. Cuanto más fresco sea el biochar, más adsobente será. Así que si queremos cargarlo de nutrientes y microorganismos, será mejor hacerlo en un biochar recién fabricado. En todo caso un biochar fresco adsorbería los contaminantes residuales que persistan en nuestro terreno, por lo que también puede utilizarse para reducir su biotoxicidad.
- Si el contenido de carbono del suelo ya es elevado, es preferible una aplicación en superficie y evitar el excesivo laboreo para su incorporación. El método de producción en trinchera será deseable sólo en suelos pobres, en los que una alteración tan agresiva de su perfil y el sometimiento a altas temperaturas no suponga un empeoramiento de su estructura.
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