SUSTRATO PARA GERMINACIÓN
Un buen almácigo o sustrato de germinación debe proporcionar precocidad y homogeneidad del cultivo, manejo eficiente de la semilla y la oportunidad de seleccionar plántulas mucho más vigorosas para su siembra en campo. Esto exige, que los sustratos posean buena capacidad de intercambio catiónico, estabilidad física, esterilidad biológica, pH adecuado, capacidad de retención de agua y buen drenaje. En la producción de hortalizas, la producción de plántulas es una de las etapas relevantes, ya que tiene significativa influencia en las respuestas de la planta, desde el punto de vista nutricional y productivo.
La producción de plántulas es un procedimiento de vital importancia para lograr éxito en el cultivo, ya que el futuro de la planta, su crecimiento y producción de fruto es afectado por la calidad de la planta que se lleve a campo. Como en los semilleros viven plantas jóvenes, cuyos tejidos tiernos efectúan una gran actividad fotosintética y son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura y humedad, deben estar ubicados donde se les puedan brindar los máximos cuidados, ya que las plántulas crecen con rapidez y cualquier alteración de las condiciones ambientales puede incidir en su desarrollo.
Por lo tanto, lo más conveniente es ubicar el semillero bajo una cobertura plástica o invernadero, donde sea posible controlar los cambios de temperatura, la humedad relativa, el agua lluvia, los insectos plagas, las enfermedades y la entrada de animales; debe estar cerca a fuentes de agua, debido a que las semillas y plántulas requieren riegos cortos, pero frecuentes, realizados preferiblemente por aspersión. La zona de los semilleros debe ser iluminada y libre de sombras, no debe estar cerca o debajo de árboles que impidan la entrada de la luz y que ocasionen daños por descargas fuertes de agua. Así mismo, hay que protegerlos de vientos fuertes que puedan perjudicar las plántulas.
Errores en el manejo de semilleros
- Inadecuada preparación de la mezcla del sustrato.
- Llenado desigual de bandejas.
- Siembra de la semilla muy superficial o profunda.
- Aplicación de riego en exceso o en forma deficiente.
- No supervisar constantemente la sanidad de plántulas.
- No se reduce la aplicación de riego una semana antes del trasplante (endurecimiento).
Para tener en cuenta en la siembra con el sustrato para germinación
Se debe llenar con el sustrato el mayor número de bandejas al mismo tiempo, para evitar diferencias de humedad, se llenan con la mezcla de sustrato de manera uniforme en toda la bandeja, Se debe golpear suavemente la bandeja contra una superficie dura, para que no queden cámaras de aire dentro de los alvéolos y luego se pasa una regla de madera por encima a fin de retirar los excesos de sustrato.
La semilla se coloca en todo el centro del vaso o almácigo a una profundidad nunca superior al del doble del tamaño de la semilla, siempre y cuando quede cubierta, que para el caso de semillas pequeñas como el tomate o el cilantro se asegura con una capa fina del sustrato.
Riego de semilleros
En regiones frescas es suficiente la aplicación de un riego en la mañana, mientras que en las regiones muy cálidas se hace necesario regar dos y hasta tres veces al día. La frecuencia de riego en el semillero se establece de acuerdo con el tipo de suelo o sustrato, tipo de semillero, la especie sembrada y las condiciones climáticas de cada región. Un exceso de humedad en los semilleros puede favorecer el ataque de hongos del suelo, se recomienda la construcción bajo coberturas plásticas (invernadero o túneles de plástico), de tal manera que se pueda controlar el exceso de humedad. El riego que se les realiza a los semilleros debe hacerse en forma suave para evitar el daño a las plantas con la presión del agua, lo más recomendable es utilizar una salida tipo regadera que simula gotas suaves como en forma de lluvia.
Adecuación y preparación del trasplante con el sustrato para germinación
Antes de iniciar el trasplante en invernadero, es recomendable, si el terreno no ha sido sembrado antes o está en descanso, arar y rastrillar de 30 cm de profundidad. Cuando el sitio ya ha sido sembrado, es recomendable aplicar labranza mínima únicamente en el sitio donde van los surcos y estos deben elevarse por lo menos de 25 a 40 cm. Los surcos altos tienen grandes ventajas, entre ellas mejor drenaje y mejor aireación y desarrollo de las raíces.
Temperatura ideal
Esta depende de la variedad a sembrar, en promedio la temperatura óptima para la germinación de hortalizas está entre 16 y 28º C; temperaturas menores de 10º C y superiores a 35º C inhiben la germinación.
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