¿Cómo cuidar tus suculentas?

Las suculentas son plantas muy populares, sin embargo a mucha gente se le dificulta tenerlas. ¿Qué estas haciendo mal? Descúbrelo aquí.

Nos atrevemos a decir que todos, hasta los menos expertos en plantas, han tenido una suculenta en casa, y, digamos la verdad, para algunos no ha resultado tan fácil su mantenimiento.

Nuestro error consiste en que tratamos a las suculentas como a cualquier otra planta, cuando la verdad es que cada planta necesita un cuidado distinto; para hacer más fácil la tarea de cuidar tus suculentas, hemos decidido crear una guía para el cuidado de estas bellas plantas.

El riego: Cuando pienses en suculentas debes pensar en el desierto como el ambiente en el que crecen originalmente, esto quiere decir que son capaces de sobrevivir en ambientes de poca agua. De hecho, sus hojas son gruesas porque sirven como depósitos y reservas de agua. Entendiendo esto, el exceso de riego puede ser letal para las suculentas. Para evitar esto, es recomendable regarlas una vez a la semana en épocas de calor y cada 15 días en las épocas frías o de lluvia. Lo ideal, es dejar que el sustrato de la planta se seque entre riego y riego.

En Sembramos te recomendamos un sistema de riego de barro, el cual facilitará la tarea del riego al dosificar el agua que pasa a través de sus porosidades.

El drenaje: Este error está muy relacionado con el riego, pero influye mucho la maceta y el sustrato en que tenemos la planta. Si ya vimos que es una planta que no debe mantener la tierra húmeda, entonces es fundamental que esté en un recipiente que permita salir el agua para eliminar el exceso de humedad y te recomendamos que este sea de barro.

Asegúrate de que el sustrato sea especializado para suculentas o tenga algún componente que facilite el drenaje, como el sustrato de ladrillo picado, la arena o la perlita. En vez de utilizar un plato en la parte inferior de la maceta para acumular el exceso de agua, usa un sistema de riego en barro que aporta la humedad justa y necesaria al sustrato y de esta manera evitarás encharcamientos.

La luz: Las suculentas requieren buena cantidad de luz solar. Si bien no es necesario que reciban el sol directo, sí deben ubicarse bajo una polisombra que distribuya mejor los rayos del sol o en un lugar bien iluminado. Si las hojas se tornan rojas es un signo de que se están quemando. Si detectamos que la tonalidad de sus hojas palidece, es momento de buscarle una ubicación donde pueda recibir más luz.

¡Con estas enseñanzas estás listo para comenzar tu jardín de suculentas!

Hasta la próxima.