Historia y curiosidades del philodendron moonlight
La historia del cultivo de plantas ornamentales “de interior” comenzó hace cerca de 3.500 años en Egipto donde se empezaron a cultivar algunas especies arbustivas con el fin de adornar ambientes interiores. Sin embargo fue gracias a los comerciantes italianos que esta práctica se popularizó en Europa ya que fueron ellos quienes introdujeron varias especies exóticas traídas de sus viajes en Asia en el siglo XV, popularizando su cultivo entre las élites europeas .Esta práctica se masificó y se diversifica a tal punto que a finales del siglo XIX el cultivo de plantas de follaje se volvió un negocio muy rentable ya que su mercado eran las clases media y alta. Este tipo de plantas fueron usadas principalmente para adornar espacios interiores ya que por sus características ecológicas se adaptan bien a estos ambientes.
Fueron varias las familias que se cultivaron con este fin haciéndose muy populares, dentro de las que se cuentan los helechos (Polypodiaceae), las bromelias (Bromeliaceae), las calateas (Marantaceae), las Araceas (Araceae), entre otras. Estas familias son nativas de zonas tropicales y la mayoría de las especies que se cultivan como follajes ornamentales crecen por debajo del dosel de los bosques donde habitan, lo que quiere decir que están adaptadas para vivir en condiciones de poca luz, lo que las hace ideales para su mantenimiento como plantas de interior.
El desarrollo de técnicas de entrecruzamiento permite crear híbridos que mezclan características biológicas y estéticas de dos especies genéticamente relacionadas, generando variedades más interesantes para los amantes de la jardinería. Una de las familias cuyos híbridos son ampliamente cultivados en el mundo es la de las araceas a la que pertenece el filodendro claro de luna.
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