Planta Rosa del Desierto

CLIMA: La rosa del desierto crece en ambientes secos de clima templado y cálido, entre los 0 y los 2000 metros de altitud. Prefiere temperaturas entre los 18 y los 32 grados, no soporta estar por debajo de los 10 grados centígrados.  

LUZ: Esta especie requiere exposición a la luz solar directa e intensa. Debe permanecer bajo estas condiciones durante mínimo 10 horas al día, por lo que es ideal ubicarla en ambientes exteriores y abiertos como jardines o fincas. 

RIEGO: La rosa del desierto es una planta que habita en lugares secos donde llueve poco. De hecho su tronco está adaptado para acumular agua y soportar largas temporadas de sequía. Por esta razón no es exigente con el riego, y un exceso de agua puede afectarla gravemente. La recomendación es que la riegues cada 15 días, asegurándote de no generar encharcamientos en el sustrato.

SUELOS: La condición más importante de un buen sustrato para la rosa del desierto es que cuente con un muy buen drenaje debido a que no tolera los encharcamientos ni los excesos de agua. Además debe ser un buen retenedor de la humedad y ser rico en nutrientes orgánicos y otros componentes que favorezcan su excelente desarrollo y le den todos los elementos que necesita durante su periodo de floración. Por eso te recomendamos el Sustrato para Plantas con Flores que contiene componentes que garantizan la disponibilidad de nutrientes, le dan las condiciones de compactación y retención de agua ideales para esta especie y aportan fósforo que estimulan la floración. Además, te recomendamos cubrir el sustrato con una capa fina de piedras para proteger el suelo de la radiación solar,  mantener la temperatura constante y  evitar la evaporación del agua.

REPRODUCCIÓN: La rosa del desierto se puede reproducir por semillas pero su tasa de éxito es baja. Por esta razón es recomendable hacerlo por medio de esquejes. Es importante usar implementos de protección como guantes y gafas para evitar el contacto con su látex. Antes de realizar el corte debes elegir una rama que esté sana, también debes desinfectar con alcohol la herramienta que vayas a usar  para realizar el corte y asegurarte de que tenga buen filo. Es muy importante que el fragmento esté libre de ramas y hojas, y contenga algún nudo, pues ahí es donde se encuentran las células que darán origen a las raíces. Debes poner a enraizar el fragmento en una maceta usando un Sustrato para Germinación y ubicarla en un lugar donde no reciba luz solar directa. Debes asegurarte que durante esta etapa el suelo permanezca húmedo rociando con un atomizador cada 3 días. Pasada una semana puedes ponerla en un lugar expuesto al sol directo y darle los cuidados normales de una rosa del desierto. 

ABONO Y CONTROL DE PLAGAS: Es una excelente idea preparar una disolución de humus líquido en agua hasta lograr una concentración del 10% y realizar labores de riego con esta mezcla. De esta manera aseguras el suministro de materia orgánica al suelo, lo cual favorecerá en gran medida el desarrollo de esta planta. 

Esta especie se puede ver afectada por insectos como el pulgón y los ácidos que afectan diferentes partes de la planta. Puedes tratar estas plagas de manera preventiva usando 2 mililitros de Aceite de Neem, 2 mililitros de Jabón Potásico y un litro de agua. Esta dilución debes aplicarlas rociándolas con un atomizador sobre las hojas y el tallo una vez a la semana. Si la planta ya presenta afectación por estos organismos, la dilución se hace mezclando 5 mililitros de Aceite de Neem, 5 mililitros de Jabón Potásico y un litro de agua, aplicándola cada 3 días de la misma forma hasta que la plaga empiece a ceder.