Árbol de Mango

CLIMA: El árbol de mango se adapta a ambientes de clima templado o cálido; crece a altitudes entre los 0 y los 2000, en un rango de temperaturas que está entre los 15 y los 32 grados centígrados, aunque su desarrollo mejora notablemente entre los 22 y los 27 grados.

LUZ: Es una especie que requiere estar en un lugar amplio y abierto, donde reciba luz solar directa por lo menos durante 7 horas al día. Es perfecto para adornar parques, jardines, fincas, orejas de puente, glorietas, antejardines, plazas y plazoletas.

RIEGO: Durante la fase de desarrollo temprano, el árbol de mango requiere riegos diarios, en los que es importante no excederse, ya que encharcamientos prolongados pueden afectar el proceso de formación de sus raíces. Una vez realizado el trasplante debe poder sobrevivir con el agua de las lluvias, por lo que debes asegurarte de sembrarlo en un lugar donde esté expuesto a las precipitaciones. 

SUELOS: El árbol de mango necesita un suelo suelto, aireado, bien drenado y con buena capacidad de retención de humedad. Este debe contar con una alta cantidad de materia orgánica y un pH cercano a la neutralidad, cuyos valores oscilen entre 6 y 8. El Sustrato para Huerto Estándar de Sembramos es ideal para el desarrollo de esta especie, pues cumple estos requerimientos. Te recomendamos cubrir el sustrato con una delgada capa de Mulch que lo protegerá de la intensa radiación solar a la que estará expuesto. Entre los beneficios de esto se pueden mencionar el mejoramiento de la capacidad de drenaje y retención de humedad, así como la protección contra los rayos U.V. que brinda a la microbiota que habita en el suelo y potencia la absorción de los nutrientes.

REPRODUCCIÓN: Para reproducir el árbol de mango puedes germinar sus semillas. Para ello, lo primero es asegurarte que no hayan pasado más de dos días después de sacarla del fruto, pues su viabilidad es de dos o tres días. Antes de iniciar el proceso, debes asegurarte de lavarla muy bien con agua asegurando que no queden residuos de la pulpa, con lo que se evita el desarrollo de hongos. 

Sembrar mango es sencillo. Primero debes llenar una maceta pequeña con el Sustrato para Germinación de Sembramos, y abrir un hueco de unos 7 centímetros donde depositarás la semilla, de tal forma que la cara convexa quede mirando hacia arriba, después debes taparla con tierra. Es importante que durante esta etapa de desarrollo, hagas labores de riego todos los días, rociando agua en el sustrato con un atomizador. De esta forma evitarás la formación de charcos que pueden afectar el desarrollo de las raíces. 

La plántula comenzará a crecer unos días después de la siembra. Cuando esto ocurra, debes buscar un lugar bien iluminado pero protegido del sol para ubicar la maceta. 

Cuando la planta alcance unos 40 centímetros podrás realizar el trasplante al que será su sitio definitivo; es importante hacerlo en un lugar lo suficientemente profundo para que sus raíces crezcan y que esté expuesto a las precipitaciones. Debes sembrar el arbolito de mango de tal forma que sus raíces queden enterradas, mientras que sus hojas no deben tocar la tierra. Usa el Sustrato para Huerto Estándar para tapar el hueco y regar abundantemente con agua. 

ABONO Y CONTROL DE PLAGAS: El árbol de mango necesita que el suelo mantenga una alta cantidad de materia orgánica.  Para garantizar esto, te recomendamos regarlo con una dilución al 10% de Humus Líquido en agua. También puedes hacer riegos cada dos semanas diluyendo 1 mililitro de Alimento para Plantas en un litro de agua.

Esta especie puede verse afectada por varios tipos de insectos que se alimentan de sus hojas y frutos, dentro de los que se encuentran los trips, los áfidos, varias especies de avispas y moscas, gusanos y larvas de coleópteros. Para prevenir y tratar esta situación debes adicionar un puñado de Diatomeas directamente en el sustrato.