El fertilizante orgánico-mineral para floración está compuesto por desechos orgánicos animales o vegetales y en ocasiones por ambos. Los de origen vegetal proceden a menudo del compostaje de desechos verdes de todo tipo (césped, algas, fruta, verduras, todo tipo de plantas, etc.). También se pueden elaborar tés de compost, muy efectivos, y que permiten activar o reactivar ciertos mecanismos biológicos del suelo. Las infusiones vegetales obtenidas mediante un proceso de maceración a partir de vegetales como el purín de ortiga o de consuelda, son también excelentes fertilizantes biológicos.
También existe lo que se conoce como “fertilizantes verdes”, plantas cultivadas y cortadas sobre el terreno, que luego se deja que se descompongan o se entierran en el suelo. Una vez descompuestas, aportan minerales que se encuentran a gran profundidad en el suelo y que oxigenan y regulan el exceso de nutrientes. Hay dos categorías de abonos verdes: por un lado nos encontramos las plantas que poseen un sistema radicular importante, como el centeno y la phacelia. Y por otro lado están las plantas leguminosas, como la alfalfa y el trébol, que aportan nitrógeno directamente recogido del aire. El efecto común de estos “fertilizantes verdes” es que aportan los elementos necesarios para el buen desarrollo de las plantas y que mejoran notablemente la vida y la estructura del suelo.
Evidentemente, hay que recordar que los componentes biológicos no actúan de forma inmediata. Primeramente tienen que pasar por un proceso de descomposición para posteriormente llevar a cabo una serie de interacciones con la ayuda de los microorganismos presentes en el suelo. La sinergia de todos estos elementos es quien permitirá la liberación de múltiples elementos minerales y oligoelementos que alimentarán finalmente a nuestras queridas plantas.
Los desechos orgánicos de origen animal pueden ser de harina de sangre, de harina de hueso, de humus de lombriz, de guano de pájaros marinos o de murciélagos, de hidrolizado de pescado, etc. También se pueden utilizar diferentes subproductos procedentes de la ganadería, así como diferentes tipos de estiércol, en su mayoría de excrementos y de hojarasca vegetal. No se trata de materia orgánica animal directa, se trata de vegetales que han sufrido un proceso de transformación a través del aparato digestivo de diferentes animales (excrementos, estiércol, etc.)
El uso de este tipo de abonos orgánicos en los cultivos biológicos requiere una mayor inversión de tiempo ya que hay que adquirir una serie de conocimientos previos, pero una vez que se ha superado esta etapa es sin duda una solución viable y duradera.
¿Qué es un fertilizante orgánico-mineral para floración?
Los fertilizantes órgano-minerales son simplemente una mezcla de fertilizantes minerales y de fertilizantes orgánicos.
En este caso, las materias orgánicas nitrogenadas suelen constituir entre un 25 y un 50% del producto total. Los otros componentes del fertilizante, sales simples y minerales, fuente de N P K, quedan diluidos en la materia orgánica.
Durante la etapa de floración de las plantas de cannabis se dedican principalmente a la creación y engorde de sus flores.
En esta fase es cuando más nutrientes consumen, principalmente fósforo y potasio, aunque es muy recomendable usar abono de crecimiento durante las dos primeras semanas de floración, ya que aún sigue creciendo y es cuando más nitrógeno demandarán.
Las plantas absorben del aire y del agua CO2, oxígeno e hidrógeno, pero el resto de elementos (Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, Calcio, Zinc,…) los debemos aportar.
Una buena fertilización durante la fase de floración garantizará un rápido desarrollo y con ello una cosecha abundante y de calidad.
Para ofrecer una nutrición adecuada a tus plantas de cannabis, debes tener claro qué tipo de productos puedes usar y cuándo debes aplicarlos.
Una vez veas formaciones de unos 10-20 pistilos por toda la planta querrá decir que tu planta está iniciando su floración y que ya es hora de usar un fertilizante de floración.
El momento de empezar a usar fertilizante orgánico-mineral para floración es aproximadamente a partir de la 2ª semana desde el cambio de fotoperiodo en cultivos de interior. En exterior dependerá del tipo de planta y hemisferio en que te encuentres, pero debes observar igualmente la aparición de las primeras agrupaciones de pistilos para empezar a usar este tipo de nutrientes.
Antes del cambio de fotoperiodo o signos de floración puedes empezar a usar algún estimulante de floración, que puede usarse 10 días antes del cambio de fotoperiodo y durante toda la floración. Potencia enormemente la formación y aparición de flores y cannabinoides (resina).
Durante la segunda etapa de floración (que coincidirá en la 3ª-4ª semana en variedades de 6 semanas de floración y a partir de la 4ª en variedades de 8 y más semanas de floración), podemos empezar a usar productos destinados al engorde de moños.
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