Semillas de Tabaco

CLIMA: Los cultivos de producción industrial de tabaco se ubican en lugares entre los 0 y los 600 metros de altitud donde su desarrollo es óptimo, Sin embargo puede crecer en lugares a  2000 metros de altitud en ambientes con climas templados y cálidos, a temperaturas entre 18 y  30 grados centígrados.

LUZ: Para germinar semillas de tabaco debes ubicar el semillero en un lugar expuesto a la luz indirecta al menos por 8 horas al día.

RIEGO: El proceso de germinación de semillas de tabaco requiere que el sustrato permanezca húmedo pero no encharcado. Debes tener cuidado con esto, pues las semillas pueden pudrirse y por ende no germinaron. Se recomienda efectuar labores de riego día de por medio, con una dilución al 10% de Humus liquido en agua usando  un pulverizador o un atomizador.

SUELOS: Gran parte del éxito de la germinación de las semillas de tabaco dependerá del tipo de sustrato que utilices. Es fundamental que tenga buen drenaje, que sea rico en nutrientes y tenga un buen contenido de materia orgánica. Una excelente opción es usar el Sustrato de germinación de Sembramos, preparado con componentes orgánicos que le dan todos los requerimientos para que tu semilla de tabaco germine y tenga los nutrientes que necesita para desarrollarse exitosamente durante esta primera etapa de vida.

GERMINACIÓN DE LAS SEMILLAS DE TABACO: Esta primera etapa es fundamental para la planta ya que se empezaran a formar órganos importantes para su posterior desarrollo como las raíces y sus primeras hojas. Es importante que el lugar donde se vaya a ubicar el semillero, esté bien ventilado, cuente con condiciones de humedad constantes evitando los extremos. Asimismo, la temperatura debe estar entre los 16 y los 24 grados centígrados, y debe asegurarse la  exposición a la luz durante 7 horas al día como mínimo. Es recomendable que su proceso de germinación de las semillas de tabaco se lleve a cabo en una Bandeja de germinación  o en en una maceta pequeña que tenga agujeros de drenaje.  Posteriormente se deben trasplantar las plántulas en una maceta mediana o directamente en el suelo donde planeas tener esta planta. El sustrato debe ser suelto, rico en materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, adicionalmente debe tener un buen drenaje. Una buena opción es usar el Sustrato para germinación que hemos preparado en Sembramos, mezclado con un puñado de Harina de sangre como suministro del nitrógeno que la planta necesita durante esta etapa temprana de desarrollo. Una vez preparada la tierra y llenada la bandeja con el sustrato, se procede a sembrar las semillas. Dado que estas son muy pequeñas, te recomendamos depositar la mínima cantidad posible de semillas en cada uno de los compartimentos. En caso de que hayas decidido usar una maceta pequeña, lo ideal es hacerlo tratando que entre cada semilla quede un espacio de un centímetro. Paso seguido se humedece el sustrato rociando agua con un atomizador o pulverizador. No debes tapar las semillas ya que por su reducido tamaño estas se irán acomodando en la tierra, además se puede ver perjudicada puesto que la plántula no recibe luz suficiente una vez germine. La labor de riego se debe hacer día por medio. Es recomendable preparar una dilución al 10 % de Humus liquido en agua y suministrar al semillero con un pulverizador o atomizador para evitar encharcamientos que pueden afectar a la semilla y la plántula. Pasadas 3 semanas cuando estas hayan alcanzado un tamaño de aproximadamente 10 centímetros  puedes trasplantarlas en su lugar definitivo, ya sea que hayas decidido usar una maceta mediana o sembrarlas en el suelo directamente. Puedes usar el Sustrato de plantas aromáticas y mezclarlo con Harina de hueso