Plántula Lavanda x 10

Clima: La plántula lavanda se desarrolla en lugares entre los 700 y los 2600 metros de altitud, aunque su rendimiento es mucho mejor en ambientes de climas templados y cálidos a altitudes entre los 700 y los 2000 metros sobre el nivel del mar. Prefiere temperaturas entre los 20 y los 35 grados centígrados, aunque soporta la exposición a temperaturas entre los 10 y los 35 grados.

Luz: Durante la etapa de desarrollo de la plántula lavanda, esta especie necesita un lugar donde esté expuesta a la luz solar indirecta durante al menos 8 horas al día. Después de su trasplante, la lavanda requiere exposición a la luz solar directa e intensa durante más de 8 horas al día, por lo que es perfecta para ambientes exteriores como jardines, antejardines, balcones y fincas. 

Riego: La plántula de lavanda es muy sensible a los encharcamientos causados por los excesos de agua, por lo que durante esta etapa de desarrollo debes hacer riegos diarios rociando el sustrato con agua usando un atomizador. Una vez realices el trasplante a una maceta o al que será su lugar definitivo, debes hacer riegos cada tres días. 

Suelo: Durante la fase de desarrollo temprano, la plántula de lavanda requiere de un suelo rico en materia orgánica, ligero, suelto y bien drenado. El Sustrato para Germinación de Sembramos tiene lo que esta plántula necesita para desarrollarse adecuadamente. Además, este sustrato está enriquecido con Micorrizas que ayudan en el proceso de formación de las raíces y hacen más eficiente el proceso de absorción de nutrientes.

Reproducción: La lavanda se puede reproducir fácilmente germinando sus semillas en una Bandeja de Germinación, llenando los compartimientos con el Sustrato para Germinación de Sembramos. Es importante que siembres de a una semilla por compartimiento para reducir el riesgo de causar daños a las raíces de las plántulas a la hora de realizar el trasplante. Debes tener presente que las semillas tardan en germinar aproximadamente un mes, por lo que debes tener paciencia. Durante esta etapa debes hacer riegos con un atomizador y mantener la bandeja en un lugar protegido de la luz solar directa. Una vez las plántulas se empiecen a desarrollar, debes seguir con los riegos diarios a manera de rocío y debes asegurarte de que reciban al menos 8 horas de luz solar indirecta.  Es importante que regularmente remuevas el sustrato alrededor de la plántula para evitar la proliferación masiva de algas que pueden favorecer la aparición de hongos. Una vez las plántulas alcancen unos 10 centímetros de altura, debes realizar el trasplante a una maceta mediana con Sustrato para Plantas Aromáticas. Debes tener mucho cuidado a la hora de sacar la planta de su compartimiento. Es recomendable usar una herramienta plana sin filo como una espátula y sembrarla en la maceta, evitando que las raíces se vean afectadas.   

Abono y control de plagas: Para mantener una disponibilidad adecuada de nutrientes en el sustrato durante todo el ciclo vital de la planta de lavanda, te recomendamos el uso de abonos líquidos como el Alimento para Plantas, el cual puedes usar diluyendo un mililitro del producto en un litro de agua y adicionando una vez cada 15 días directamente en el sustrato. También puedes usar una dilución al 10% de Humus Líquido en agua y usarlo durante las labores de riego. 

A pesar de que la lavanda es una planta muy resistente al ataque de insectos y hongos, puede verse afectada por plagas ocasionadas por diversas especies como los áfidos, los trips, los pulgones, la cochinilla algodonosa,  los escarabajos y las larvas de algunas moscas; además, algunas especies de hongos pueden causar mucho daño. Para evitar la aparición de estos organismos en tu lavanda debes revisar muy bien la planta y, en caso de que haya una infestación leve, debes usar un paño húmedo y tratar de retirar los organismos. Si esto no funciona, debes preparar una mezcla  de 5 mililitros de Aceite de Neem, 5 mililitros de Jabón Potásico y un litro de agua y rociar la planta cada 3 días, hasta que la plaga empiece a ceder en su intensidad. Cuando esto suceda, debes mezclar 2 mililitros de Aceite de Neem,  2 mililitros de Jabón Potásico y un litro de agua y aplicar la solución  una vez por semana de manera preventiva hasta que la plaga desaparezca totalmente.